Las Hermanitas de San Francisco son una congregación nativa fundada en 1923 por la franciscana irlandesa Mary Kevin Kearney, que llegó a Uganda en 1902. Junto con otras cinco hermanas, empezó tratando a los enfermos a la sombra de un árbol y enseñando a la gente a leer y a escribir, y hábitos de higiene. Además, instruían a los ugandeses en la fe. Con el tiempo, ella y sus compañeras crearon orfanatos, hospitales, escuelas, maternidades y mucho más, y la Hna. Mary fundó una congregación nativa porque se precisaba de más religiosas para hacer frente a las numerosas necesidades.
En la actualidad, la congregación no sólo está presente en Uganda, sino también en Kenia, Tanzania y Estados Unidos. Las Hermanitas de San Francisco atienden a niños de la calle, huérfanos, ancianos y discapacitados; trabajan en la pastoral penitenciaria y cuidan a enfermos, enseñan en las escuelas, imparten la catequesis en las parroquias y asesoran a las familias.
Entretanto, la congregación cuenta con 801 miembros y está bendecida con numerosas vocaciones. En su centro de formación de Pallisa, en el este de Uganda, cada año se preparan entre 60 y 70 jóvenes para servir a Dios y al prójimo durante toda su vida. Como parte de su formación, trabajan en hospitales, prisiones y escuelas, y visitan a familias aquejadas de problemas como la violencia doméstica.
Hasta hace poco resultaba difícil trasladar a estas jóvenes a sus lugares de trabajo, y, como consecuencia, los destinos eran limitados. Sin embargo, gracias a vuestra ayuda, hemos recaudado 20.000 euros con los que las hermanas han comprado un microbús. Eso ha permitido incrementar hasta 50 el número de visitas semanales y, por tanto, la ayuda prestada. Además, la labor de evangelización se han vuelto mucho más intensa y ahora es posible llegar a lugares más remotos.
¡Que Dios os lo pague a todos los que habéis contribuido a ello!