Con inmensa gratitud, Ayuda a la Iglesia que Sufre (ACN) informa sobre la liberación del cautiverio ruso de los padres Ivan Levitsky y Bohdan Geleta, el 28 de junio de 2024, como ha confirmado el Departamento de Información de la Iglesia greco-católica ucraniana. (UGCC), a la que pertenecen. Los sacerdotes estuvieron detenidos en Rusia durante más de año y medio.
Tras más de año y medio capturados por las tropas rusas, dos sacerdotes grecocatólicos ucranianos han sido liberados y han podido volver a su tierra. Se trata de los religiosos Ivan Levitsky y Bohdan Geleta, miembros de la Congregación del Santísimo Redentor, conocidos popularmente como redentoristas.
La noticia la ha hecho pública la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) y confirmado por el Departamento de Información de la Iglesia greco-católica ucraniana.
Los dos religiosos que servían en el templo de la Natividad de la Santísima Virgen María, fueron arrestados en la ciudad de Berdyansk, el 16 de noviembre de 2022 por las tropas rusas. A pesar del peligro, tras la invasión a gran escala en febrero de 2022, los padres Ivan Levitsky y Bohdan Geleta decidieron quedarse en los territorios ocupados, atendiendo a las comunidades griegas y católicas romanas y brindando esperanza bajo la ocupación.
Los presbíteros eran señalados por supuestamente poseer armas, municiones y libros sobre la historia de Ucrania en un edificio parroquial.
La información de la liberación, dada a conocer por María Lozano, jefa de prensa de ACN Internacional, ha sido confirmada por el departamento de información de la Iglesia Greco Católica Ucraniana.
“A pesar de la alegría de esta noticia, ACN recuerda que muchos civiles inocentes siguen cautivos e invita a sus amigos y benefactores a seguir rezando por su libertad, y por la paz en Ucrania”.
En múltiples ocasiones el Papa Francisco ha alentado a la oración por la “martirizada” Ucrania y ha exhortado al diálogo para poner fin al conflicto.
En su última intervención pública al respecto, el domingo 23 de junio, pidió al Espíritu Santo que “ilumine la mente de los gobernantes”, asegurando luego que “se necesita negociación” para poner fin no sólo a la guerra en Ucrania, sino en otros lugares del mundo como Tierra Santa.
Durante su cautiverio, los padres Levitsky y Geleta fueron acusados de posesión ilegal de armas, cargos inventados para justificar su encarcelamiento. Su prolongada detención se caracterizó por la falta de información concreta sobre su paradero y sobre su estado de salud. A pesar de ello, su fe y su esperanza persistieron.
Por su parte, el líder de la iglesia grecocatólica ucraniana, el arzobispo mayor Sviatoslav Shevchuk, expresó su profunda gratitud a la Santa Sede, en particular al Papa Francisco, a los cardenales Pietro Parolin, al cardenal Matteo Zuppi y al arzobispo Visvaldas Kulbokas, nuncio apostólico en Ucrania, por sus esfuerzos para lograr la liberación de ambos sacerdotes.