La archidiócesis de Baalbek-Deir el Ahmar está en el valle de la Becá, en el este del Líbano, en una de las regiones más pobres de un país que lleva años sumiéndose cada vez más profundamente en una crisis. Además, debido a su proximidad a la frontera con Siria, la situación es insegura desde el estallido de la guerra en 2011. Los que pueden abandonan el país y buscan fortuna en Canadá o Australia, y muchos se trasladan al menos a Beirut. En la archidiócesis, los cristianos constituyen actualmente sólo el 5% de la población.
El año pasado, la situación empeoró drásticamente debido a los bombardeos israelíes, que apuntaron a áreas estratégicas del sur de la archidiócesis y, sobre todo, a la región alrededor de Baalbek, considerada un bastión de Hezbolá. Sin embargo, también los pueblos donde cristianos y musulmanes convivían pacíficamente se vieron afectados, por lo que muchas personas huyeron a otras partes de la archidiócesis. Desde entonces, la iglesia viene haciendo frente a un gran número de desplazados.
Los sacerdotes, que trabajan incansablemente en esta difícil región, son auténticos “buenos pastores”. Para ayudarlos a sobrevivir, los apoyamos con regularidad con intenciones de misa, y queremos seguir haciéndolo. Ellos nos están muy agradecidos por ello.
El padre Antonios Kayrouz, párroco de Chlifa, nos escribe:
“Me gustaría expresaros mi más profunda gratitud por su constante apoyo. Su compasión se ha convertido en una piedra angular que fortalece mi misión y me brinda consuelo y ánimos en tiempos de incertidumbre”.
Su compañero sacerdote Chady Khoury, párroco de Ainata, nos escribe:
“Su notable generosidad no solo toca nuestros corazones, sino que ha tenido un impacto significativo en nuestra capacidad para llevar a cabo nuestra misión. Como una estrella guía, su apoyo nos ha permitido proseguir con nuestro trabajo con renovado vigor”.
Y Elie Abou Sleiby, párroco de Hadath, también manifiesta su más cordial agradecimiento por la ayuda recibida:
“En el complicado entramado de desafíos, vuestra ayuda ha tejido hilos de resiliencia en nuestra comunidad. Vuestra generosidad resuena en toda la parroquia y fomenta un ambiente en el que la fe, la esperanza y el amor no solo sobreviven, sino que florecen”.
A nosotros nos gustaría seguir enviando este año eintenciones de misa a los 34 sacerdotes de la archidiócesis de Baalbek-Deir el Ahmar, a fin de apoyarlos en su incansable y difícil ministerio.
¿Te sumas?
Puedes mandar a hacer Misas (ordinaria, triduo, gregoriana)