Malawi, un país sin salida al mar del sureste de África, es uno de los más pobres del mundo, y la parroquia de Benga, situada al este del país, no lejos del lago Malawi, se encuentra en una región especialmente pobre. En dicha parroquia, erigida en 2013, han tenido lugar en los últimos diez años 6.000 bautismos, aunque sólo algo menos del 20% de sus habitantes sean católicos. La mayoría son protestantes y musulmanes.
Como suele ocurrir en África, la parroquia abarca una extensa zona con muchas localidades muy distantes entre sí. Como los fieles viven demasiado lejos de la sede parroquial, el camino a pie hasta la iglesia parroquial es demasiado largo. Por ello, en muchas aldeas se construyen modestas capillitas para que la gente pueda reunirse a rezar. Esos sencillos lugares de culto, por lo general, construidos con adobe por los propios creyentes, no son muy estables, pero al menos son lugares donde la gente puede reunirse para rezar.
Dos aldeas de la parroquia de Benga necesitaban urgentemente nuevas capillas. En Kachule, donde en 1960 sólo vivían doce familias católicas, ahora ya son 55 familias. Como muchas chozas tradicionales africanas, la capilla se construyó originalmente con paja. En 2010, los fieles la reforzaron con ladrillos de adobe, pero a raíz de las fuertes lluvias surgieron grietas y la edificación amenazaba con derrumbarse. Además, se había quedado pequeña debido al aumento de los católicos. También en el pueblo de Njiza, los fieles intentaron reparar su pequeña e inestable capilla por sus propios medios, pero, al carecer esta de cimientos sólidos, se desplomó. En esta aldea viven 20 familias católicas que necesitaban un nuevo lugar de culto.
El arzobispo de Lilongwe nos pidió encarecidamente ayuda para estos fieles, porque los habitantes de esta zona desatendida la necesitan urgentemente, y eso incluye que brote entre ellos la esperanza a través de la oración.
Nosotros no desatendimos su petición: gracias a la ayuda de nuestros benefactores, que han donado $ 17.472.951 se han construido y consagrado en ambas aldeas dos capillas sencillas, pero robustas.
¡No os imagináis la felicidad de los fieles! ¡Mil gracias a todos los que han contribuido a ello!