La congregación de la Inmaculada Concepción fue fundada en España en el siglo XV, mientras que hoy tiene sobre todo gran peso en Iberoamérica. En Europa, sus conventos siguen presentes principalmente en España, pero también hay conventos en la India y en Guinea Ecuatorial.
Las concepcionistas -como también se conoce a las religiosas de esta orden- llevan una vida contemplativa de silencio y oración.
Su convento de Ipiales, en el suroeste de Colombia, lo fundaron en 1970. Dos años antes, dos hermanas del convento de Pasto albergaron, cada una por su cuenta, el ferviente deseo de fundar un convento en Ipiales, una ciudad de la sierra andina cercana a la frontera con Ecuador. Comunicaron este deseo a su abadesa en junio de 1968, y como el mes de junio está dedicado de manera especial al Sagrado Corazón de Jesús -muy venerado por la abadesa-, esta aceptó a condición de que el nuevo convento estuviera consagrado a él.
Cuando, dos años más tarde, las primeras religiosas llegaron a Ipiales, estas fueron acogidas calurosamente por mucha gente, y en la ceremonia de consagración, el obispo dijo que el convento era “el corazón palpitante” de su diócesis. Y, en efecto, el convento tiene un gran impacto en los fieles de la diócesis.
Actualmente viven allí 13 hermanas profesas perpetuas, y también hay jóvenes que desean unirse a ellas. Las religiosas viven muy modestamente y realizan obras artesanales para ganarse el sustento. Sin embargo, sus ingresos apenas alcanzan para cubrir las necesidades cotidianas del convento. Los fieles adoran el convento y llevan comida a las hermanas, pero siempre falta dinero para pagar la electricidad, el agua, el teléfono u otros. Además, hay gastos imprevistos, como reparaciones o tratamientos médicos necesarios.
A nosotros nos gustaría ayudar a estas 13 religiosas a llegar a fin de mes, también este año, con un total de $ 11.374.000 (11.000 euros).
¡Ellas rezan por vosotros!