República Democrática del Congo

República Democrática del Congo: El obispo de Goma pide respeto por la vida humana mientras los combates continúan

Goma, la capital de Kivu del Norte en la República Democrática del Congo, enfrenta la amenaza inminente de ser tomada por los rebeldes del M23, que ya han ocupado el aeropuerto y varias áreas de la ciudad. A medida que los combates se recrudecen, la Iglesia teme por el bienestar de la población civil.

Mons. Willy Ngumbi Ngengele, obispo de Goma, al este de la República Democrática del Congo, ha alertado sobre la drástica situación que enfrenta la ciudad, mientras los combates entre los rebeldes del M23 y las fuerzas gubernamentales se intensifican.

El obispo publicó un mensaje el 27 de enero, que fue enviado a Ayuda a la Iglesia que Sufre (ACN), en el que afirma que la Iglesia sigue «con consternación» los acontecimientos y constata que la población civil ya está sufriendo, señalando incidentes como el bombardeo de la unidad de maternidad del Hospital de Maternidad General de la Caridad,  causando la muerte de recién nacidos.

El mensaje del obispo llega en un momento en que el movimiento rebelde M23 ha anunciado la conquista de Goma, la capital de la provincia de Kivu del Norte, y aún se reportan combates dentro de la propia ciudad.

En su declaración, Mons. Ngumbi Ngengele pide «el respeto absoluto de todas las partes, y en todas las circunstancias, de la vida humana y de la infraestructura privada y pública, de conformidad con la dignidad humana y el derecho internacional», y subraya en particular la necesidad de garantizar el acceso de la población a los servicios básicos y evitar el flagelo de la violencia sexual que tan a menudo acompaña a los conflictos armados.

El obispo, al referirse a este momento crítico para la población de Goma asegura a todos los afectados por la violencia la preocupación de la Iglesia, y pide al clero, a todos los fieles y a las personas de buena voluntad que ayuden a los necesitados en lo mejor que puedan.

«Ataques constantes»

La drástica situación también fue confirmada por el sacerdote portugués Marcelo Oliveira, que ha estado en la República Democrática del Congo durante muchos años y después de Navidad ya había informado a ACN sobre la difícil situación a la que se enfrentaban. En un nuevo mensaje a ACN, el misionero, que pertenece a la Familia Misionera Comboniana, habló de «ataques constantes» en la región y de que los rebeldes del M23 estaban avanzando hacia Goma, pero que las tropas del Gobierno habían sido enviadas en masa para tratar de detener la toma del poder.

El padre Marcelo Oliveira dijo que la situación humanitaria es grave y probablemente empeorará a medida que la población civil intente huir de los combates: «Actualmente hay más de 2,5 millones de desplazados internos a causa de la guerra en torno a Goma».

Kivu del Norte ha sido devastado por conflictos durante años, pero si Goma cae en manos de las fuerzas rebeldes, podría abrir una nueva etapa en los combates. Según el padre Marcelo, los rebeldes esperan obligar al Gobierno a negociar, pero también existe el riesgo de que la situación pueda desembocar en una guerra abierta entre la RDC y Ruanda. Según los medios de comunicación, el 19 de enero, el presidente congoleño, Félix Tshisekedi, rechazó cualquier negociación directa con el M23, que, según él, actuaba en nombre de Ruanda.

«Esperemos, con esperanza cristiana, que podamos ver acciones claras y concretas para que la paz vuelva a este país maltrecho y asediado», concluye el padre Marcelo Oliveira.

En este contexto y en un país con  más de 7 millones de desplazados internos, Mons. François Xavier Maroy, arzobispo de Bukavo, envió un «mensaje de consuelo» el pasado 22 de enero, el cual fue recibido por ACN. Lamentó que «durante dos años, muchos de nuestros hermanos y hermanas no han tenido más que sus ojos para llorar y sus pies para huir, a veces sin destino, e incluso los campamentos de desplazados no son seguros, varias aldeas están saturadas y otras vaciadas de sus poblaciones».

Además, insta a los cristianos a «no desfallecer» ante la situación amenazante, y les recordó que en este Año Jubilar, los cristianos están llamados a ser «testigos de esperanza». Frente a la violencia, los celos y la mentira, los cristianos no deben dejarse contaminar por «el espíritu del mal».

El arzobispo también insistió en el hecho de que «no se puede negociar ninguna posición política o beneficio económico sobre los cadáveres de los propios compatriotas», y agregó: «Recemos al Señor y pidámosle que todas las comunidades en conflicto en nuestra región de los Grandes Lagos encuentren la manera de vivir en paz sin distinción de tribu,  etnia o raza».

Maxime François-Marsal, director de proyectos de ACN para los países francófonos de África Central, enfatiza la urgencia de la solidaridad eclesial y la importancia de la oración por el país, que sigue siendo una de las principales prioridades de la organización benéfica: «Recemos por el retorno de la paz en Goma y por todas las víctimas de la guerra. Oremos especialmente por los líderes políticos del Congo, Ruanda y los países vecinos, para que busquen una solución pacífica y rápida al conflicto. Que trabajen por el bien del pueblo y sean sensibles al sufrimiento de aquellos que lo han perdido todo injustamente».

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