Noticia de último minuto: la policía rescata a uno de los sacerdotes secuestrados.
Nigeria cuenta ahora con más del 80% de todos los incidentes relacionados con el asesinato, el secuestro o el arresto injusto de sacerdotes y religiosos católicos en 2025.
Otros dos sacerdotes católicos fueron secuestrados durante el fin de semana en Nigeria, agravando lo que ha sido un terrible primer trimestre del año en términos de seguridad para los religiosos en este país africano.
Según declaraciones enviadas a la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia que Sufre (ACN), el padre Stephen Echezona fue secuestrado el sábado en la diócesis de Akwa, en el estado de Anambra, cuando se detuvo en una estación de servicio para comprar combustible. Solo 24 horas después, la diócesis de Owerri anunciaba el secuestro del padre John Ubaechu, párroco de la iglesia Holy Family Catholic Church de Izombe, secuestrado mientras conducía por una carretera en el estado de Imo.
El padre Ubaechu se dirigía al retiro anual de sacerdotes cuando lo capturaron. «Pedimos a todos los fieles de Cristo y a todos los hombres y mujeres de buena voluntad que recen intensamente para que nuestro sacerdote sea liberado sano y salvo lo antes posible», afirma la archidiócesis de Owerri en un comunicado en el que denuncia el secuestro. «Encomendamos a nuestro hermano, el reverendo padre John Ubaechu, a la poderosa intercesión de la Santísima Virgen María, Madre de los Sacerdotes, para su pronta liberación de manos de sus secuestradores».
Ese mismo domingo, una operación policial logró la liberación del padre Stephen Echezona, secuestrado poco antes en una gasolinera de Ichida, en el estado de Anambra, al sureste del país. Un equipo conjunto de seguridad, compuesto por la policía, el ejército, la defensa civil y grupos de vigilancia, intervino para rescatarlo.
Según ha informado la policía local en un comunicado, el padre Echezona fue rescatado sano y salvo en la madrugada del 23 de marzo en Ihiala. Los secuestradores se vieron obligados a abandonar su vehículo, un todoterreno blanco sin matrícula, tras un tiroteo con las fuerzas de seguridad. El sacerdote resultó ileso.
La plaga de secuestro no cesa
Con estos dos casos, el número de religiosos secuestrados en Nigeria desde principios de 2025 se eleva a 12, dos de los cuales – el padre Sylvester Okechukwu y el seminarista Andrew Peter – fueron asesinados por sus secuestradores. Durante el mismo periodo de tiempo en 2024 el número total de secuestrados fue de tres, sin víctimas mortales; en 2023 fueron dos los secuestrados, con un asesinato, y en 2022 fueron 7, con un asesinato. Esto convierte al primer trimestre de 2025 en el peor desde que ACN comenzó a recopilar datos sobre sacerdotes y religiosos secuestrados, asesinados o arrestados en todo el mundo por motivos de persecución.
A nivel mundial ACN ha registrado 15 nuevos incidentes en 2025, 12 de los cuales han sido secuestros en Nigeria. Además de estos 12 casos, todavía habría tres sacerdotes desaparecidos en Nigeria que fueron secuestrados en años anteriores, pero no consta a ACN que nunca hayan sido liberados o declarados muertos.
La situación de seguridad en Nigeria es compleja y hay una serie de factores que contribuyen a la crisis. Estos factores dependen mucho de la región del país donde se producen los incidentes. Algunos ataques contra clérigos o religiosos están motivados por prejuicios anticristianos. Sin embargo, muchos de los secuestros son simplemente llevados a cabo por delincuentes que intentan ganar dinero con una industria de rescates que sigue plagando a la sociedad nigeriana, y no están directamente relacionados con la intolerancia religiosa. En muchas ocasiones se ve al clero como un blanco fácil. Este fue el caso de dos últimos sacerdotes secuestrados recientemente en Yola, donde se ha sabido que miembros de la comunidad cristiana estaban involucrados en el crimen.
Siete de los 12 secuestros llevados a cabo en lo que va de 2025 tuvieron lugar en el sur del país, que es mayoritariamente cristiano, y los cinco restantes ocurrieron en el Cinturón Medio, más volátil. De los dos asesinatos, uno ocurrió en el sur y el otro en el Cinturón Medio.
Los obispos nigerianos han pedido incansablemente a las autoridades que mejoren las condiciones de seguridad en el país, en beneficio de toda la población, al tiempo que han hecho un llamamiento constante a los fieles para que no intenten buscar la justicia por sus propios medios.
ACN se hace eco de estos llamamientos y mantiene su compromiso de apoyar a la Iglesia en Nigeria mientras se enfrenta a esta crisis de seguridad que se agrava, al tiempo que insta a sus amigos y benefactores a rezar por el país.