Con gran tristeza y dolor compartimos nuestra profunda consternación por las devastadoras consecuencias de los recientes terremotos que han azotado el centro de Myanmar. El 28 de marzo, dos fuertes terremotos, con epicentros cercanos a las ciudades de Mandalay y Sagaing, causaron una tragedia inimaginable.
Aunque las cifras exactas siguen siendo inciertas, el gobierno ha confirmado la muerte de más de 2.700 personas, más de 4.500 heridos y unas 440 desaparecidas en el centro y noroeste de Myanmar. El Servicio Geológico de Estados Unidos considera que es muy posible que el número de muertos supere las 10.000 personas. Los esfuerzos de rescate se ven gravemente dificultados por el colapso de edificios, caminos inaccesibles y líneas de comunicación caídas.
En medio de esta devastación, queremos reafirmar nuestro compromiso con la Iglesia local, como lo hemos hecho desde el comienzo del conflicto armado que afecta al país desde hace más de cuatro años. La Iglesia en Myanmar enfrenta retos tanto naturales como humanos y nosotros continuamos a su lado en este tiempo de necesidad.
Como expresara Regina Lynch, presidenta ejecutiva de ACN:
“Nuestra misión es estar cerca de la Iglesia en momentos de crisis, apoyándola tanto con nuestra oración como con nuestra ayuda para reconstruir, tanto las estructuras como a las personas, no sólo a corto plazo sino también a largo plazo. Esta tragedia es un capítulo más en el terrible dolor de este pueblo, y con nuestra continua cercanía con la Iglesia de Myanmar mostramos que no los dejamos solos.”
Sabemos que muchos de ustedes han seguido con interés la situación en Myanmar y comparten este dolor por las vidas perdidas y las familias afectadas.
A lo largo de los años, hemos trabajado juntos para hacer frente a las dificultades que enfrenta Myanmar, y continuaremos acompañando a la Iglesia local en sus esfuerzos por sanar las almas y reconstruir. Si desea más información o si siente el impulso de ayudar, no dude en ponerse en contacto con nosotros. Estamos aquí para brindarle más detalles sobre cómo puede seguir apoyando a nuestra familia en Myanmar.