Terremoto en Chile 27F

27F: Casi 5 minutos de terror que dejaron una gran devastación

Ese sábado 27 de febrero que iba marcando el fin de la temporada estival y el regreso de Chile a la rutina laboral quedó marcado en la memoria de todos. La madrugada, a eso de los 3 y 30 minutos Chile vivió uno de los terremotos más grandes de la historia:  magnitud 8,8.13, sólo superado por el temido terremoto de Valdivia de 1960 (el sismo de mayor magnitud registrado por el ser humano mediante sismómetros) y la fuerza liberada por la tierra esa noche lo convirtió en el octavo sismo más fuerte registrado por la humanidad.

A 15 años de ese sismo, afortunadamente nadie ha tenido que experimentar uno tan violento, aunque los ha habido de gran poder devastador. Esa noche murieron 525 compatriotas y cerca de 500 mil viviendas resultaron dañadas dejando a 2 millones de damnificados.

El terremoto seguido de un tsunami afectó numerosas regiones del país, especialmente la zona centro sur, Valparaíso, Metropolitana de Santiago, O’Higgins, Maule, y Biobío, que acumulan más de 13 millones de habitantes y cerca del 80 % de la población del país.

Con los días fue posible apreciar el gran daño provocado. El terremoto arrasó con gran parte importante de ciudades como Constitución, Concepción, Tomé, Pelluhue, Curanipe, Iloca, Cobquecura y el puerto de Talcahuano. Gran parte del centro de las ciudades de Curicó y Talca colapsaron, y las construcciones antiguas de su casco histórico quedaron destruidas en su totalidad. En las regiones de La Araucanía, O’Higgins y Metropolitana el sismo provocó destrucción en Santiago, Rancagua y en localidades rurales, así como cortes de energía en Concepción y Santiago.

La Iglesia una de las grandes damnificadas

Al recorrer las localidades fue posible constatar la gran afectación y rápidamente la Iglesia vio que gran parte de sus parroquias y capillas estaban en el suelo. ¡ 80 % de los templos de las zonas devastadas estaban inutilizables!

Las personas también perdieron los lugares donde rezar, donde encontrar consuelo, donde pedir… Las misas, bautizos e incluso funerales se comenzaron a hacer en calles y plazas porque los fieles necesitaban sentir el apoyo de la fe. Sin embargo, sobre todo en la zona sur, el mal tiempo estaba cerca y había que buscar cómo ayudar a las comunidades.

Es así que la Fundación Ayuda a la Iglesia que Sufre (ACN) lanzó su campaña “Capillas de Emergencia: No hay Chile nuevo sin Cristo”, a través del cual se instalaron capillas de emergencia en aquellas zonas cuyas iglesias sufrieron daños de consideración. En total fueron 45, algunas de ellas, a 15 años del terremoto, aún siguen prestando diversos servicios a sus comunidades.

Las capillas fueron diseñadas por el arquitecto y consejero de ACN, Gonzalo Mardones, quien se inspiró en el manto de maría para realizarlas. Constaban de una estructura de acero y lona tensada con cubierta vinílica resistente al agua, con una superficie de 185 metros cuadrados y capacidad para 100 personas sentadas.

En esos días, el presidente internacional de AIS, Padre Joaquín Alliende, destacaba que “la destrucción de centenares de iglesias es un duro golpe al alma de Chile… nuestro país tenía muchos planes para el Bicentenario, pero el calendario de Dios era otro. Un bicentenario con terremoto es un clamor para que pongamos el fundamento en una roca que no se mueve. Esa roca es Cristo y para encontrarse con él se requiere disponer de un lugar de culto”.

Estas capillas de emergencia permitieron a los párrocos de las iglesias dañadas por el terremoto, acoger y consolar a sus fieles, dándoles una señal de esperanza, a la vez que reconstruir sus iglesias sin adoptar decisiones apresuradas desde el ámbito patrimonial, económico y social.

Como consecuencia del terremoto de 8,8 grados Richter de intensidad que asoló Chile el 27 de febrero del 2010, el 47% de los templos católicos en el país quedaron dañados, y el 80% de los templos de las zonas más afectadas, destruidos. Alrededor de un millón de fieles ya no podían congregarse en su forma habitual.

La Fundación ACN se encuentra presente en Chile desde 1997 y ha desarrollado con éxito numerosas campañas en Chile y el mundo, destacando la construcción y reacondicionamiento de parroquias y capillas (51) en todo el país. En estos días se trabaja arduamente para entregar la rehabilitación de la Parroquia de la Asunción que no sufrió un terremoto natural sino la fuerza de la turba que la dañó y quemó durante el estallido social. Y también esperamos entregar a la comunidad de Cañete la nueva capilla Nuestra Señora del Camino del Vilvilco, víctima de un atentado que la dejó convertida en cenizas.

A 15 años de ese 27F damos las gracias a las parroquias y comunidades que se sumaron a la reconstrucción y le devolvieron el alma a Chile.

El presidente internacional de la Fundación de ese entonces nos intó a todos a que «reconstruyamos nuestro país, pero no sobre arena. El alma fraterna de la patria nos debe mover ahora a ayudar con la mayor generosidad y la mejor eficiencia.  El Chile reconstruido debe levantarse sobre Jesucristo».

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