Zimbabue es un país sin salida al mar ubicado en el sureste de África. La mayoría de sus 17,6 millones de habitantes son cristianos, pero tres cuartas partes pertenecen a comunidades protestantes y sólo el 16% de la población es católica.
El país está sumido en una grave crisis económica que se ha visto agravada por las devastadoras sequías de los últimos años. Allí, la Iglesia católica necesita urgentemente ayuda porque no dispone de los recursos necesarios para atender adecuadamente a los fieles y también porque las sectas se están extendiendo.
Desde allí nos ha llegado un grito de socorro de la parroquia de San José Obrero, respaldado de forma especial por el arzobispo de Bulawayo. La parroquia está situada en Zimbabue oriental, en una zona rural remota y abandonada.
El trabajo de los sacerdotes es arduo porque las 18 csapillas distan hasta 47 kilómetros de la sede parroquial, con una distancia promedio de 29 kilómetros. Además, las condiciones de las carreteras son malas: es difícil transitar por los caminos arenosos y en la temporada de lluvias, el automóvil a menudo se hunde en el barro y hay que sacarlo laboriosamente, lo que suele llevar mucho tiempo y no impide que, en ocasiones, el vehículo se vuelva a quedar atascado poco después.
Los sacerdotes tienen un auto con más de 20 años de antigüedad y que, con sus 900.000 kilómetros recorridos, y queda en panne repetidamente. Como necesitan urgentemente un nuevo vehículo todoterreno para atender a su parroquia, nosotros les hemos prometido $ 37.494.690 ( 37 000 euros) para este fin.
¿Nos ayudas?